Día Internacional de la Tolerancia
Tras la proclamación del 16 de noviembre como el Día Internacional de la Tolerancia por parte de la ONU, contamos con un día especial para reconocer la importancia de la tolerancia en nuestra sociedad.
Tras la proclamación del 16 de noviembre como el Día Internacional de la Tolerancia por parte de la ONU, contamos con un día especial para reconocer la importancia de la tolerancia en nuestra sociedad, y generalmente esta fecha especial da lugar a la realización de varios eventos relacionados precisamente a la tolerancia. Sin embargo, el reconocimiento de los derechos humanos y del valor de la diversidad de nuestro mundo, es una labor de todos los días en la que miles de personas que trabajan por la reivindicación de estos derechos y luchan por eliminación de todas las formas de discriminación y/o violencia por causa de la intolerancia. Pero esta no debe ser solo la motivación de unos cuantos, sino un compromiso de todas las personas, que en diferentes entornos sociales reconocen la vulneración de la dignidad humana o de cualquiera de los derechos fundamentales de una persona o grupo de personas, y que además de asumir este compromiso pasan a la acción ayudando a garantizar la inclusión e integración de estas personas.
Las familias y los centros educativos son los primeros agentes socializadores llamados a formar en valores y a fomentar los principios de la tolerancia, pero no solo con lecciones donde las niñas, niños y adolescentes los aprendan como conceptos abstractos, sino como realidades cotidianas que se practican y ejemplarizan en todos los contextos. Esta enseñanza desde el ejemplo, debe reflejarse en cada palabra y comportamiento, promoviendo el uso de un vocabulario cortés, el diálogo como principal herramienta para llegar a acuerdos y resolver conflictos, la cooperación como estrategia de apoyo interpersonal, la equidad de género en todos los ámbitos y en la igualdad de oportunidades para todas las personas, sin distinción alguna por la nacionalidad, etnia, color, idioma, ideología, creencia, género, identidad de género, orientación sexual, condición socioeconómica, física, cognitiva, o de cualquier otro tipo.
Ser tolerante es una acción de responsabilidad social que solo requiere de nuestra parte sencillas actitudes hacia los demás, como ser abiertos, empáticos, respetuosos y tolerantes ante las diferencias personales, sociales y culturales, que en lugar de percibirlas como una amenaza, debemos apreciarlas como muestra de nuestra riqueza social en este mundo plural y multicultural, donde la tolerancia debe experimentarse como un valor intrínseco, natural y cotidiano.